Rocio se pasó toda la tarde limpiando
esa vieja cabaña que era de su abuelo en el proceso de limpiar
encontró un par de fotos de su abuela cuando ella chiquita los
recuerdos no tardaron en llegar y en volver la nostalgia, la cabaña
estaba toda limpia y arreglada había colgado todos los cuadros que
encontró en sus respectivos lugares ya que cuando murió el abuelo
de Rocio habían sacado todas las cosas de sus lugares.
En eso Rocio ve una foto sin marco era
raro porque su abuelo cada foto que tenia las enmarcaba, pero esa
foto no era de el era de otra persona mas chica era un niño y una
niña que al instante Rocio supo que era ella investigo bien el
rostro del niño y se acordó de alguien, esos ojos verdes, su pelo
rubio su sonrisa cautivadora, si era Gastón el niño de la foto era
el por eso ella cuando lo vio siempre le pareció tan familiar, ese
día fue el ultimo mes que estuvo en esa cabaña cuando tenia 10 años
hacia 10 años que conocía a Gaston y no lo recordaba, en ese
momento alguien tocaba la puerta dejo la foto guardada en un lugar
que nadie la viera.
Gas: Te traje un poco de leña esta
noche va hacer bastante frío.
Rocio no podía creer lo que estaba
viendo Gaston estaba con una musculosa bien ajustada y unos jeans
gastados con su pelo rubio todo despeinado los rayos de sol de esa
tarde iluminaban el cabello de el, Rocio pensaba que había muerto y
llegado al cielo era tan perfecto ella tenia miedo de tocarlo y
romperlo como si fuera de cristal como no podía olvidarse de ese
chico de 10 años ahora estaba tan diferente.
Gas: ¿Estas bien?
Rochi: Ehh – saliendo de sus
pensamientos – Si estoy bien
Gas: Bueno te deje la leña afuera al
lado de la puerta así podes mantener esta cabaña bien calentita y
podes mantenerla un poco viva.
Rochi: Gracias
Gas: De nada – regalándole una
sonrisa – cualquier cosa me llamas
Rocio asintió así fue como Gaston se
dirigió de vuelta a su casa mientras el se iba por ese camino para
volver a su casa Rocio lo siguió con la mirada.
Gaston al llegar a su casa en todo el
camino estuvo pensando en Rocio en esas mejillas que cuando le decían
algo dulce se le llenaban de color, entro a su casa y alguien lo
recibió con un abrazo el se sorprendió pero no podía creer a quien
veía así que el también le devolvió el abrazo.
Gas: No puedo creer que estés acá de
nuevo – abrazándolo
Xxx: No me extrañaste Gasti
Gas: Mucho te extrañe preciosa.
Xxx: Sos un tierno
No hay comentarios:
Publicar un comentario